RETIRO DE BIOPOLÍMEROS

Los biopolímeros al ser derivados del petróleo y líquidos de alta viscosidad no se reabsorben en el cuerpo, causando graves complicaciones desde el momento en el que son inyectados, generando diversos problemas de salud de por vida como alteraciones inmunológicas, lesiones en los músculos y en los tejidos de la piel y hasta consecuencias irreparables como la muerte.

Existen dos tipos de problemas al colocar biopolímeros: locales y generalizados. Los síntomas locales son cambios inflamatorios en la región en donde fueron inyectados, la piel cambia de color y textura, se pone colorada y se sienten nódulos. Generalmente esto migra hacia la región lumbar o hacia los genitales.

Actualmente contamos con tecnología de punta que permite retirar parcialmente los “biopolímeros” de glúteos, rostro y otras partes del cuerpo.   Al extirpar el tejido enfermo, la paciente ya no tendrá más dolor y no tendrá que tomar más medicamentos.   

Si eres portadora de biopolímeros debe acudir inicialmente a un cirujano plástico (aunque no tengas ninguna manifestación), para que seas evaluada y se te explique en qué condiciones se encuentra y los posibles riesgos que existen.

No todos los pacientes con biopolímeros deben someterse a intervenciones quirúrgicas para su extracción. Solamente aquellos pacientes que tienen crisis frecuentes (cada 3 a 6 meses o menos) con manifestaciones marcadas que afectan la calidad de vida de forma importante son las candidatas para cirugía. La cirugía se limita en estos casos a la extracción del tenido afectado de las zonas que producen las molestias. Lo que no molesta no se debe tocar.

 

 

 

Ventajas

Evita secuelas grandes de cicatrices

Mejora el aspecto del área afectada

Alivia el dolor